martes, 4 de noviembre de 2014

Dos esguinces

Le surgió la duda. 
En cuarenta y dos años nunca se había hecho un esguince en la rodilla. De hecho nunca se había hecho un esguince, por lo que era advenediza en el tema de la higiene. Una novata en la ducha. Su orden normal (cabeza, cada dos días, cuello, axilas, pechos, pubis, nalgas, entrepierna, muslos, rodillas, tobillos, pies) se veía ahora alterado por la imposibilidad de mojar el vendaje a media asta de la pierna derecha.
Preguntó a sus conocidos por el mejor modo para solventar esta situación en los próximos días y ellos la derivaron a Google. Dolorida por los golpes que se había dado esa misma mañana intentando conseguir su propósito, agarró el portátil y allí apareció: elblogdelesguince.blogspot.com.
No podía creerlo. Alguien había dedicado tiempo de su vida a recopilar consejos a aplicar en el caso de sufrir un esguince. Hablaba de cómo ducharse, cómo dormir o cómo vestirse y englobaba a pacientes con esguince de muñeca, rodilla, hombro, espalda, tobillo…
Entonces, por una corazonada, tecleó “blog esguince rodilla” y ante ella apareció el Blog del Esguince de Rodilla, con cientos de entradas llenas de fotografías de personas de todo el mundo que compartían su aflicción. ¿Cómo se adaptaban a la vida diaria personas que, como ella, tenían una rodilla inutilizada durante varios días?
Después vinieron el Blog de las Mujeres con Esguince de Rodilla, el Blog de las Mujeres Maduras con Esguince de Rodilla, el Blog de las Mujeres Maduras Divorciadas con Esguince de Rodilla…

Pero cuando llegó al Blog de las Mujeres Maduras Divorciadas Sexualmente Activas con Esguince de Rodilla, interrumpió su búsqueda y viendo algunas de las fotos pensadas “para ellas” pasó un buen rato masturbándose, lento al principio, muy rápido al final. 
Hasta que llegó el segundo esguince.

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